A veces uno tiene ganas de hablar de cosas y no sabe porqué. Aunque otros muchos ya hayan hablado, escrito o gritado sobre el mismo tema, (y seguramente con mejores resultados), sientes el deseo irrefrenable de dar tu propia opinión, de meter baza, de decir lo que piensas aunque nadie te haga ni caso, de tener tu propia tribuna aunque esta no esté en la Carrera de San Jerónimo. Y para eso, precisamente sirven los benditos blogs. Benditos porque gracias a ellos la gente que tiene algo que explicar lo hace. Clamaremos en el desierto, pero clamaremos, que es de lo que tenemos ganas.
Bienvenidos pues a este blog colectivo-familiar, donde cabe cualquier tema, por muy raro que parezca, siempre que nos interese a los que lo escribimos. O no.
Camellos, camellos ¿Me suenan?,,,
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