Aplicando la técnica fotográfica de tilt-shift sobre los cuadros de Vincent Van Gogh se consigue un maravilloso efecto tridimensional que hace que podamos disfrutar de estas obras desde una nueva y mágica perpectiva. Así, pinturas que ya conocíamos se muestran ante nosotros como si nunca las hubiéramos visto antes.
Via:
Artcyclopedia
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