jueves, 2 de abril de 2009

PUBLICIDAD CAVERNICOLA (I)

Hay una cosa en la que seguramente estemos todos de acuerdo: Por desgracia para todos, hombres y mujeres, la publicidad utiliza a la mujer como objeto y pocas veces como persona en sus campañas. Da igual que sean automóviles, relojes, patatas fritas, bebidas isotónicas o palillos de dientes; cualquier excusa es buena para meter en pantalla un desnudo, unas piernas, unos labios, o lo que sea. Aún así hay veces que los creativos de las agencias dan rienda suelta a sus obsesiones más primitivas, traspasan la línea del tiempo de vuelta al paleolítico y crean campañas de un machismo desbocado, crean en definitiva el subgénero de “la publicidad cavernícola”.




“¿Quieres decir que una mujer puede abrirlo?”

Y sin la ayuda de las manoplas del gorila de su marido, añadiría yo. Así de clarito lo tenían en la empresa “Del Monte” en los años 50 cuando promocionaban su tapón de rosca en sus tarros de ketchup.
Claro, como las mujeres eran unas inútiles y unas flojas...


El texto de este anuncio es simple y directo: “El Mini automático. Para una conducción sencilla”. Y que mejor imagen para este bonito eslogan que la de una mujer con largas uñas, dedos llenos de anillos a cual más grande, ojos a punto de salirse de las órbitas y rictus labial provocado por “ese habitual estado de histeria nerviosa tan común entre las mujeres que intentan conducir”, y digo “intentan conducir” porque para algunos “machos” de la especie humana las mujeres nunca conducen de verdad, se pasan la vida intentándolo.
Buen producto, pésima campaña.




Los de la empresa de jerséis Drummond no sólo tenían claro que las mujeres eran unas flojas, sino que como eslogan y entre admiraciones (como grito de guerra) tenían la siguiente frase:
“ ¡Los hombres son mejores que las mujeres! ”.
Por si el mensaje no quedaba lo suficientemente claro, añadían la foto que tenéis delante.
Atención al detalle de que “el hombre Drummond” es capaz de aguantar con una mano a la mujer que es “incapaz” (otra palabra habitual en el reducido léxico cavernícola) de subir allí donde los hombres hace rato ya han subido. Lo dicho, la superioridad por la vía de la fuerza bruta.




Esta mujer que tan merecidamente está recibiendo una buena zurra de manos de su paciente esposo se lo ha “ganado” de todas, todas. ¿Como es posible que le haya ocultado a su marido que ha cambiado de marca de café? Además ha cometido el imperdonable error de menospreciar su extraordinaria capacidad sensorial, pensando que éste no se daría cuenta.
No quiero ni pensar que le hará el gorila de los calcetines de rombos cuando se entere de que también ha cambiado de marca de azúcar.




“ Es bonito tener una chica por casa”
Bonita frase, si señor, pero... ¿Y esa foto? Y esto... ¿Que es lo que vendían estos neandertales?
La respuesta, señoras y señores, está en el texto con letra pequeña. Resulta que, y cito textualmente, nuestro héroe no ha tenido que disparar ni un tiro para derribar a esa tigresa. Desde que vio sus pantalones “Mr.Leggs” ella estuvo dispuesta a que caminara por encima. ¡ Toma castaña, periquito! Resulta que lo que vendía esta empresa eran pantalones para cavernícolas.
El detalle del pie encima de la cabeza le hace ganar aún más puntos en la clasificación de la publicidad más repugnantemente machista.
Si la foto hubiera sido tomada de cuerpo entero, podríamos haber visto el verdadero rostro del dueño de esos milagrosos pantalones:





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1 comentario:

  1. Jolin.. que asco de gente de verdad..es cierto que ahora la sociedad esta podrida.. pero hace unos años tampoco andaban muy cuerdos -.-

    Muy buenos tus comentarios por cierto xD

    Y nada.. me a ido genial esta pagina para mi trabajo de la publicidad ^^


    Muy buen trabajo!!

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