Sin lugar a dudas este es uno de los aeropuertos internacionales más alucinantes del mundo. Está situado en la pequeña isla de Saint Martin en las Antillas Holandesas ocupando un estrecho espacio de terreno entre el mar y un lago interior de la isla. Pero lo que hace de este aeropuerto un lugar único es la playa de Maho Beach, que se encuentra en uno de los extremos de la pista de aterrizaje, desde donde los bañistas pueden ver aterrizar a escasos metros de sus cabezas a los grandes aviones transoceanicos. La escasez de espacio para aterrizar hace que los pilotos apuren hasta el último metro rozando literalmente las vallas de la cabecera de la pista.
En el momento del despegue, cuando los aviones encienden los motores justo al lado de la playa, los que están en ella han de tener cuidado de no llevarse un buen revolcón en la arena por la fuerza de las turbinas.
No dudamos de que la isla de Saint Martin goce de los atractivos del Caribe, pero su propio aeropuerto de ha convertido por sí mismo en un reclamo turístico de primera magnitud.
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