lunes, 4 de mayo de 2009

¿ES SEXISTA ESTA FOTO?

¿Es sexista esta foto?
¿Es sexista esta foto?
¿Es sexista esta foto?

Y así hasta la nausea.
Una y otra vez nos han bombardeado con esta pregunta desde que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni vinieran a España en visita oficial. Resulta que a la prensa “seria”, se le ocurrió publicar la fotografía de la polémica donde lo único que se puede ver son las curvilíneas formas de la primera dama francesa y de la princesa Letizia, un tipo de foto que perece reservado al mundo de las revistas del corazón o de moda. Desde entonces los mecanismos del pensamiento políticamente correcto se han disparado sin que nadie haya sido capaz de poner un poco de cordura en el circo que se ha montado. Páginas y páginas de diarios con resúmenes, artículos, encuestas, debates en emisoras de radio, comentarios en cadenas de televisión, artículos en revistas y suplementos; todos con el objetivo de esclarecer la cuestión esencial de las relaciones Francia-España: ¿Es sexista esta foto? Cualquier otro tema de estado quedó de inmediato arrinconado ante el poder mediático de las dos excelsas posaderas subiendo una escalinata, cosa bastante triste por mucho que éstas pertenezcan a dos damas de importancia. La desproporción en el tratamiento del tema ha resultado ser aún más sexista que la fotografía en sí, que también lo era, aunque no debería haber traspasado la clasificación de mera foto anecdótica. La mezcla de zafiedad informativa a la hora de publicarla y de exceso de celo bienpensante han convertido una visita de estado en un vodevil mediático. El periodismo español se ha pasado la semana hablando de culos. Por otra parte, nadie se ha planteado seriamente lo sexista que resulta la figura de las esposas de presidentes, príncipes, reyes, etc. Ejemplos como el de Sonsoles Espinosa, esposa del presidente Rodríguez Zapatero, que, a pesar de las críticas, intenta mantener su identidad como persona al margen de la carrera de su esposo, o de la mismísima Hillay Clinton, que recibió las iras hasta de su propio partido por haber tenido el atrevimiento de hacer política cuando el elegido al cargo había sido su marido, demuestran que el ser esposa de un presidente de gobierno no convierte automáticamente a una mujer en una modelo que sirva como escaparate de la moda de su país. No convierte a esa mujer en un florero, por mucho que eso sea lo que todo el mundo espera de ella.
Para rematar la semana el domingo se jugó el partido de fútbol entre el Madrid y el Barça. Durante toda la semana, los periodistas que no hablaban de "la foto", hablaban del partido, de la preparación del partido, de la consecuencias del partido, de la importancia del partido, de los protagonistas del partido, y hasta de la madre que matriculó al partido.
Está visto que en este país solo se habla de fútbol y de culos.

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