A veces el escalofrío llega escuchando cosas tan hermosas como esta:
O mio babbino caro (Oh, mi querido papaíto) es un aria de la ópera Gianni Schicchi de Giacomo Puccini, y la canta el personaje de la joven Lauretta pidiendole a su padre que acabe con las peleas entre familias que la están separando de Rinuccio, el hombre que ama. Lauretta amenaza con tirarse río Arno desde el Ponte Vecchio si perdiera lo que más ama en el mundo.
O mio babbino caro
Mi piace è bello, bello
Vo' andare in Porta Rossa
a comperar l'anello!
Sì, sì, ci voglio andare!
e se l'amassi indarno,
andrei sul Ponte Vecchio,
ma per buttarmi in Arno!
Mi struggo e mi tormento!
O Dio, vorrei morir!
Babbo, pietà, pietà
Babbo, pietà, pietà!
Oh mi papaíto querido
Me gusta, es bello, bello¡
Quiero ir a Porta Rossa
a comprar el anillo!
¡Sí, sí, allí quiero ir!
¡Y si le amase en vano,
me iría al Ponte Vecchio
mas por tirarme al Arno!
¡Me consumo y me atormento!
¡Oh Dios, querría morir!
¡Papá, piedad, piedad!
¡Papá, piedad, piedad!
De todas las versiones que hemos oído de esta aria maravillosa, quizá la de Montserrat Caballé y la de Kiri Te Kanawa sean las mejores. Aún así, existe una versión deliciosa interpretada por Jackie Evancho, una niña que con tan sólo 8 años y a cappella consigue lo que muchas profesionales no logran nunca... el escalofrío.
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